¿Cómo surgió la idea de formar la asociación de vecinos El Tajo y cuáles fueron los objetivos iniciales de la organización?
En 1971 se comenzaron a habitar las primeras 240 viviendas construidas en el Polígono, mayoritariamente por personas que trabajaban en la factoría de Standard Eléctrica, también ubicada en dicho barrio.
La absoluta falta de todo tipo de servicios era insultante, ni colegios, ni tiendas, ni autobuses urbanos, en fin, una situación patética para las cerca de mil personas que comenzaron a vivir en ese desierto.
Esa situación, mantenida en el tiempo, fue la que en noviembre de 1975 hizo que dos mujeres y siete hombres, habitantes en dicho desierto, tuviesen la idea de constituir la actual Asociación de Vecinos "El Tajo".
Como no podía ser de otra manera, desde el primer minuto se pusieron a trabajar sin descanso para conseguir, entre otra infinidad de servicios, que los báculos del alumbrado público sirvieran para lo que fueron instalados, que los autobuses urbanos tuvieran una frecuencia de al menos una hora, así como que en dos pisos municipales de la calle Cedena hubiera, como urgencia, se instalase un servicio de practicantes. Estas tres reivindicaciones fueron conseguidas pero no estuvieron exentas de múltiples reuniones con los responsables municipales.
¿Cómo fue su experiencia trabajando en la empresa Standard Eléctrica y cómo influyó en el desarrollo del barrio del Polígono?
Mi experiencia en "la Standard" fue muy positiva y en cuanto al desarrollo del Polígono la presencia de esta factoría fue absoluto, dado que muchas personas que trabajaron por las mejoras del barrio tenían su puesto de trabajo allí, lo que facilitaba el movimiento comunitario vecinal, incluso la idea de crear la Asociación de Vecinos surgió en esa fábrica toledana. De igual forma es justo destacar que el trabajo en la fabrica generó un grupo de personas dedicadas a la política y la actividad sindical que trasladaban sus reivindicaciones y su activismo social hacia la mejora de las condiciones de vida del barrio y la ciudad.
Como líder en la formación del barrio del Polígono, ¿Cuál considera que fue el mayor desafío que enfrentaron como comunidad y cómo lograron superarlo para convertirse en un barrio próspero y unido?
El mayor desafío fue que las administraciones públicas no nos viesen como unos "marcianos", dado que por aquellos años de la dictadura no estaban acostumbradas a tener un día sí y otro también en las diferentes puertas a unas personas reivindicando sus derechos mínimos en un desierto, dicho sin ninguna exageración. Además tenían que escuchar a la primera Asociación de Vecinos de Castilla-La Mancha, que por aquellos años de enormes reivindicaciones de las entidades vecinales, pensaban que era un nido de "rojos".
La constancia y el trabajo serio y riguroso mantenido durante muchos años, creo que fue el motivo para que en el transcurrir del tiempo y de las distintas administraciones el Polígono cogiese la senda hacia el barrio próspero que hoy es, sin olvidar en lo más mínimo los problemas que en el presente tiene.
Dada su experiencia y liderazgo en la comunidad, ¿Cuál cree que es el papel más importante que juegan las asociaciones de vecinos en la construcción y el fortalecimiento de las comunidades locales en la actualidad?
El papel que las asociaciones vecinales jugaron en los últimos años de la dictadura franquista y primeros de la democracia en la mejora de todos los barrios en España fue enorme, creo que fundamental. Fueron imprescindibles para la creación de tejido social y como modelo de autogestión y participación democrática.
En Toledo, además de la del Polígono, se fundaron las de Palomarejos, Santa Bárbara, San Antón, Azucaica y Fabrica de Armas, todas ellas contribuyeron, no sin muchas horas de duro trabajo, a la mejora de sus barrios y por ende a la propia ciudad.
En la actualidad el papel de la asociaciones vecinales sigue siendo muy necesario, aunque mucho ha cambiado la sociedad y estas entidades me da la impresión que en términos generales, y puedo ser injusto, no son tan activas como en aquellos años del "cuplé".
¿Cómo ha visto evolucionar el barrio del Polígono desde sus inicios hasta la actualidad?
Siempre que voy al Polígono, desde hace unos veinte años ya no vivo en él, nunca dejo de quedarme sorprendido cuando hago el ejercicio de comparar aquel desierto con el fabuloso barrio que es hoy. En el presente observo que se supo tener visión de futuro, en lo que respecta a diseño urbanístico, organización, dotación de recursos... fueron años duros pero inolvidables y apasionantes por la comunidad que fuimos capaces de crear, y, sí, me acuerdo con cariño de muchas mujeres y hombres anónimos para la gran mayoría que dieron de manera generosa decenas y decenas de horas de su tiempo libre para que hoy el Polígono sea uno de los mejores barrios de Toledo, sin pretender hacer de menos a ninguno de los que conforman esta bella ciudad.
¿Cómo ve el futuro del barrio del Polígono y qué desafíos y oportunidades cree que enfrentará en los próximos años?
El futuro le veo con cierto optimismo, aunque claro, no podemos desvincularlo del desarrollo socio económico de la ciudad, la región y el país. Uno de los desafíos es que su zona industrial siga siendo puntera como lo fue allá por los años 80 y 90.
Otros desafíos es el de la construcción de vivienda pública y la plantación de miles de árboles en sus calles.
Como concejal de Izquierda Unida en Toledo durante más de dos décadas, Cuáles considera que fueron sus logros más significativos en la ciudad?
De mis veinte años como concejal debo indicar que los primeros cuatro fueron dentro de la candidatura del Partido Comunista de España, no olíamos a azufre, el resto ya fue dentro de Izquierda Unida. De esos veinte años los primeros cuatro fueron en la oposición, aunque tuve las delegaciones de Limpieza y Alumbrado, o sea que tenia responsabilidades de gobierno. Eso fue así gracias al entonces alcalde de UCD, Juan Ignacio de Mesa, en mi opinión un buen alcalde y mejor persona. De los 16 años restantes, ocho estuve en la oposición con alcaldes del PP, José Manuel Molina y Agustín Conde, y el resto de años en los gobiernos de coalición con el PSOE, cuyo alcalde fue Joaquín Sánchez Garrido.
Me resulta difícil decir mis logros más significativos, puede que no fuera ninguno o muy pocos, vaya usted a saber. No obstante, me atrevo a decir algunos: la modernización del servicio público de alumbrado, normal, después de donde veníamos; la creación de la Escuela Municipal del Teatro de Rojas, la puesta en marcha de la Escuela Taller Municipal en la Casa del Diamantista (ambas hoy lamentablemente desaparecidas), el Reglamento Municipal de Participación Ciudadana, la creación de los distintos distritos de la ciudad, la instalación del mercadillo ambulante en el Polígono, y me callo porque al final parece que conseguí muchas cosas.
En términos generales debo decir que aprendí mucho y me fuí del Consistorio con el conocimiento y el cariño de una buena cantidad de excelentes personas, tanto dentro del personal funcionarial, como de los grupos políticos.
Ha escrito dos libros relacionados con Toledo, ¿Qué lo inspiró a escribir sobre: "Toledo 20 años de ayuntamiento democrático 1979-1999"?
Pues para aprender, y para dejar constancia de la historia reciente de la ciudad. Lo escribí en tercera persona, es decir, para ser lo más honesto y objetivo posible al ser yo un "actor Principal".
Su libro "Un revulsivo en la historia de Toledo: el Polígono industrial 1958-1997" tiene un enfoque especial en el barrio del Polígono. ¿Qué aspectos destacaría como los más importantes en la transformación de este barrio durante ese período?
La verdad es que en ese buen número de paginas que me salieron al escribir dicho libro destaco la enorme entrega y colaboración, como indiqué antes, de decenas de mujeres y hombres porque gracias a ellas el Polígono se transformó en en el estupendo barrio que hoy es. Es decir, creo que ese libro es historia viva y reciente del Polígono y de la propia ciudad. Ante el descrédito y la mala imagen que puede representar en la actualidad la política para bastante gente joven, (a veces hasta la desesperanza en el futuro y la conformidad) creo que es importante dejar testimonio de ejemplos de organización social para la mejora de la vida, es un legado para las generaciones venideras.
¿Qué consejos o lecciones ha aprendido a lo largo de su vida que quisiera compartir con las generaciones más jóvenes interesadas en la participación cívica y la política local?
Soy poco o nada dado a dar consejos, en cualquier caso me atrevo a decir que cuando se está en la participación cívica o política hay que estar preparado para dimitir cuando algo se considere que va en contra de los principios ético y democráticos. Por otro lado, huir de los dogmatismos y confiar en la capacidad de las personas para organizarse a favor del bien común.
Aprovecho esta oportunidad para resaltar el buen trabajo que están haciendo las personas, muchas mujeres y jóvenes, que integran la Asociación de Vecinos del Polígono.
¿Cuál considera que ha sido su mayor contribución a la comunidad y qué le gustaría que la gente recuerde de su legado?
Mi mayor contribución han sido horas y horas de trabajo con cierto sentido de la utilidad. Y en cuanto a la otra pregunta pues que me consideren que fui honesto, como no podía ser de otra manera.
¿Cuáles son sus proyectos o metas futuras en lo que respecta a su participación en la comunidad y su compromiso con la historia de Toledo y el barrio del Polígono?
Mis proyectos y metas futuras están alejadas de la participación activa. Intento estar informado todo lo posible de lo que sucede en Toledo y en el Polígono. Además me paso medio año en una aldea de Galicia y en el resto en mi Toledo.
Finalmente, ¿hay algún consejo o mensaje que le gustaría compartir con las generaciones futuras de líderes y residentes del Polígono y de Toledo en general, basado en su experiencia y conocimiento?
Difícil pregunta, pero antes mencioné a las mujeres jóvenes de la Asociación de Vecinos, para mí son un ejemplo de buen hacer, y así en general que las personas residentes en el Polígono y en Toledo que tengan muy presente que cuando vean o sufran un problema en sus barrios que no se callen, que actúen, que se unan, de no ser así, será muy difícil mejorar la vida de los barrios y de la propia ciudad.
Un revulsivo en la historia de Toledo: el Polígono Industrial (1958-1997) - Dialnet (unirioja.es)
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