El CF Polígono visitó al Quintanar en un partido crucial que terminó en una dura derrota por 4-1. Los locales dominaron el encuentro desde el pitido inicial, demostrando una clara superioridad tanto en ataque como en defensa. Aunque el CF Polígono venía de una victoria esperanzadora en casa contra el Mocejón, esta derrota supone un jarro de agua fría para los amarillos, que no lograron mantener el impulso. El Quintanar aprovechó bien las debilidades del rival y fue construyendo una ventaja sólida, dejando a los visitantes sin capacidad de reacción.
Uno de los momentos clave del partido fueron las dos expulsiones sufridas por el CF Polígono, que complicaron aún más sus opciones de remontar. Con dos jugadores menos en el campo, el equipo amarillo se vio desbordado ante un Quintanar que no perdonó y supo explotar los espacios. El marcador de 4-1 refleja la diferencia en el rendimiento de ambos conjuntos, con el Quintanar dominando la posesión y siendo letal en sus llegadas al área rival. Para el CF Polígono, fue otro día complicado en una temporada que parece cuesta arriba.
Con esta derrota, la situación del CF Polígono se vuelve aún más crítica: cinco derrotas, un empate y solo una victoria, acompañados de un preocupante registro de 21 goles en contra y apenas 2 a favor. El equipo parece destinado a luchar por la permanencia, pero el técnico insiste en que no pueden bajar los brazos. Cada partido será una batalla por sumar puntos, y es vital que los jugadores mantengan la concentración y la intensidad en el campo. A pesar de las dificultades, el equipo tiene que confiar en que es posible revertir la situación, con el apoyo incondicional de su afición.
Tras la finalización del partido la Panificadora Cantaelgallo, ubicada en el Polígono Industrial, y sponsor del equipo ofrecieron unos bocadillos de cortesía, acompañados de zumos, manzanas y galletas para recuperar las fuerzas y levantar el ánimo.
A pesar del resultado, el ambiente tras el partido fue cordial, destacando el comportamiento ejemplar de los directivos del Quintanar. Un detalle que demuestra que, más allá de la dura competencia sobre el césped, el respeto y la deportividad siguen siendo valores esenciales en el fútbol.