Desde hace cincuenta y tres años, he llamado a esta comunidad mi hogar. Soy Mariano, un vecino de la avenida del Tajo, también conocida como el Parque Lineal. Durante más de medio siglo, he sido testigo de los cambios en nuestro barrio. Sin embargo, los últimos cincuenta y un años han marcado una diferencia significativa en nuestra calidad de vida, desde que la autovía comenzó a funcionar cerca de nuestras viviendas.
"Desde muy temprano en la mañana hasta altas horas de la noche, los coches no dejan de pasar".
"El ruido es ensordecedor y nos impide descansar. Es un problema que hemos estado denunciando desde que empezó, pero todavía no se han tomado medidas efectivas".
Mis vecinos y yo hemos solicitado repetidamente la instalación de mamparas anti-ruido, una solución que ha demostrado ser efectiva en otras áreas urbanas con problemas similares. "No pedimos algo imposible", afirmo. "Solo queremos lo que muchas otras comunidades ya tienen: una barrera que nos proteja del ruido para que podamos vivir y descansar en paz".
El ruido constante no solo afecta nuestro descanso, sino que también tiene implicaciones para nuestra salud física y mental. Diversos estudios han demostrado que la exposición prolongada al ruido del tráfico puede causar estrés, problemas cardiovasculares y trastornos del sueño.
Insistimos en que no dejaremos de alzar la voz hasta que se implemente una solución. "Hemos soportado esto por más de medio siglo. Es hora de que las autoridades escuchen nuestras demandas y tomen acciones concretas para mejorar nuestra calidad de vida", concluyo.