Un icono en las décadas:
En las calles del Polígono durante las décadas de los 80, 90 y 2000, un hombre se ha ganado el corazón de niños y adultos por igual: Vicente Redondo, conocido en el mundo del espectáculo como Presti. A sus 67 años, este mago, actor y experto en mentalismo ha dejado una marca imborrable en la memoria de quienes crecieron en este emblemático barrio toledano.
Los inicios mágicos:
Con apenas 14 años, Presti descubrió su pasión por la magia, y desde 1985 ha sido parte integral del tejido cultural del Polígono. Actuando junto a magos de renombre como Luis Martínez, Woody Aragón y Fernando Pelayo, ha contribuido al mantenimiento de las Artes Toledanas, una tradición que fusiona influencias musulmanas y judaicas y que ha perdurado en Europa durante siglos.
Colaboraciones y versatilidad artística:
La presencia de Presti se extiende más allá de la magia. Desde 1980, colabora activamente con la asociación cultural Sinsalabim y ha participado en producciones teatrales junto a grupos como Nauta, Pigmalion en Francia en 1992 y Metabole. Su versatilidad artística le ha llevado a los escenarios, donde presenta espectáculos de magia, teatro, guiñol y mentalismo, destacando como un artista integral.
Desafíos culturales y el término "Prestimemorización":
Sin embargo, la carrera de Presti no ha estado exenta de desafíos. Aproximadamente en 2008, la política cultural en Toledo limitó significativamente sus actuaciones. A pesar de estos obstáculos, Presti no solo ha perseverado, sino que ha innovado. Es el creador del término "Prestimemorización", una disciplina del mentalismo que abarca el calculismo, permitiéndole realizar cálculos complejos en tiempo récord.
El legado de Presti y sus reflexiones:
Como admirador de Gianni Rodari, autor de "La Gramática De La Fantasía", Presti ha contribuido con reflexiones propias que revelan su filosofía de vida. Citas como "Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido" o "No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar" resumen la esencia de su arte y su compromiso con la creatividad a lo largo de toda la vida.
Conclusiones:
Vicente Redondo, el inolvidable Presti, no solo ha entretenido a generaciones en el Polígono, sino que ha sido un faro cultural que ha iluminado el camino de la magia, el teatro y el mentalismo en Toledo. Su tenacidad frente a desafíos y su capacidad para reinventarse son un testimonio de su dedicación a las artes. En un mundo cultural en constante cambio, Presti sigue siendo un ejemplo de cómo el arte puede trascender barreras y perdurar en la memoria colectiva de una comunidad.