Defendamos Nuestra Sanidad Pública
Hace un año un grupo de vecinos del Polígono, después de intercambiar opiniones y datos sobre la atención sanitaria pública, y de cotejar situaciones concretas, reafirmamos que dicha atención sanitaría empeoraba progresivamente por mucho que las cifras oficiales las estableciesen de forma que a veces quieren disfrazar o esconder la realidad.
Y partíamos con una afirmación clara y nítida, nuestra sanidad pública es un auténtico tesoro, que se está deteriorando progresivamente, falta de personal sanitario, privatizaciones, unido también a la mala organización, dañan nuestro preciado sistema sanitario. A esto hay que añadir una nefasta y crónica planificación para el relevo y aumento de sanitarios por el aumento de población y el envejecimiento de la población. Si un médico tarda en terminar toda su formación diez años se debe tener en cuenta la población dentro de diez años, la pirámide por edades, el número de sanitarios que se jubilan en ese periodo, y no se ha venido teniendo en cuenta todas esas variables, o lo que puede ser peor, se han despreciado para dañar el sistema.
Visto todo lo anterior este grupo decidimos concentrarnos todos los lunes en los aledaños del centro de salud de nuestro barrio, y seguimos haciéndolo hasta la actualidad todos los lunes no festivos a las 11 de la mañana, queremos llamar la atención de las problemáticas sanitarias que a diario se presentan, sobre todo por las listas de espera. Solo cuando te toca aprecias la profundidad del problema.
Todos nos quejamos, pero convendría dar más pasos además de quejarse al cielo, las listas de espera son una lacra para la población en general y sobre todo para quien las sufre en circunstancias de urgente necesidad. Las listas de espera en ocasiones deterioran y agravan las dolencias, e incluso pueden matar, o llevar los procesos a situaciones irremediables por no tratarse a tiempo, y no hablamos de hipótesis si no de realidades contrastadas.
Si nos referimos a medicina familiar se roza el absurdo cuando cualquier dolencia tiene que esperar a 8, 12, 15 días o más para ser diagnosticadas por el médico, (cotejado está, ¡una consulta solicitada el 29 de enero dada para el 22 de febrero!) o estar haciendo vericuetos por paciente y médico para solucionarlo, pues no puede ser que tengan que atender a 50 o 70 pacientes en un día.
Del escepticismo y las dudas de quien observaron nuestras primeras concentraciones hoy ven que estábamos y estamos llenos de razón, en este año las encuestas del CIS han colocado a la sanidad como la tercera preocupación más importante de los españoles, solo por detrás de la crisis y el paro. Naturalmente a quien le ha pillado la crisis y pérdida de trabajo sufre una situación muy grave, pero no menos grave es para un paciente la incertidumbre de cuando le llegará la atención de un especialista o una cirugía. Es absurdo que se espere hasta dos o tres años para una intervención que conlleva dolor sufrimiento y riesgo diario, es una crueldad tener a un paciente esperando este tiempo si al final la intervención se tiene que realizar.
Ahora queremos dar un paso más, estamos trabajando para implicar a organizaciones sociales, entendemos que siendo el tercer problema que más preocupa a los españoles y ver como nuestra sanidad pública sufre un deterioro preocupante, las organizaciones ciudadanas deben reaccionar y trabajar para conseguir que esto se revierta y recupere una situación más estable menos gravosa y dañina, eliminando las listas de espera que tanto castigan a la población. Además, el 14 de noviembre de 2023 enviamos una carta a doña Sagrario de la Azuela Gómez. directora-gerente Complejo Hospitalario de Toledo sin respuesta pasados dos meses.
Sabemos que esto implica más inversión y también mejor organización, sabemos que los presupuestos son limitados, pero también los responsables deben valorar estas inversiones, todo es necesario, pero saber priorizar y saber que es lo principal urgente, y lo accesorio, lo que daña y castiga la salud de la ciudadanía y lo que es susceptible de espera.