Biobarrio
El día mundial de las ciudades de 2018 tuvo como lema “construir ciudades sostenibles y resilientes”, cuyo objetivo era dar a la biodiversidad, la relevancia necesaria para fomentar la sostenibilidad de las mismas. La conservación de la biodiversidad en las ciudades no se tiene que quedar únicamente en la promoción de las zonas verdes urbanas o en políticas concretas de una concejalía de Medio Ambiente, o inclusive del Ayuntamiento, sino que debe convertirse en un elemento transversal en la planificación y gestión de la ciudad, no solo en el papel, si no que se transforme en realidad en el día a día de sus vecinos/as.
Fundamentalmente se trata de dar oportunidad a la fauna y flora silvestre de hacer su papel natural. Vemos con demasiada asiduidad que las ciudades y los barrios “crecen” sin tener muy en cuenta que, según se establece en diversas normativas europeas, estatales y de otras administraciones, hay que dejar suelo libre, zonas silvestres sin modificar y zonas que estratégicamente deben adaptarse, pero respetando la posibilidad de ocupación, tránsito y dispersión, tanto de la fauna silvestre como de la flora autóctona.
El suelo es un sistema vivo que hay que preservar. Debemos preservarlo y realizar medidas compensatorias ante los impactos urbanísticos. Se trata, por tanto, de minimizar el uso del cemento, pavimentos, y aquellos elementos artificiales que anulan a los animales y a las plantas, ya que al final todo ello repercute y perjudica a las personas que vivimos en las ciudades. Hay que preservar suelo, aunque no forme parte de un área protegida.
Es necesaria la aplicación de un modelo acorde con los objetivos de desarrollo sostenible en el barrio del Polígono de Toledo (Santa Mª de Benquerencia), cambiando el concepto de urbanismo, en el que se prime el transporte público, el peatón, la bici, transportes limpios, y por supuesto que se haga extensible a toda la ciudad, potenciando que la jardinería y el paisajismo se unan para el mejor aprovechamiento de espacios urbanos donde promover la biodiversidad, con la flora autóctona que tenemos en nuestro entorno, además de mantener el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Hemos de lograr que los vecinos asuman el barrio y su entorno, como algo propio, conviviendo con zonas de uso exclusivo para la fauna.
Además de todo esto, la incorporación de la economía circular como herramienta de consumo sostenible, es otro elemento transversal a tener en cuenta.
Con este informe, se busca la implicación y colaboración de representantes políticos, de los técnicos responsables del Ayuntamiento de Toledo, de asociaciones, de vecinos, de empresas, y cuantos deseen participar en la puesta en práctica de actuaciones concretas, presentes, futuras, y/o la rectificación de actuaciones pasadas que en la actualidad no van en esta línea, con el fin de diseñar un barrio (Biobarrio) que sea un modelo de armonía con la naturaleza. El resultado sería fruto de muchas aportaciones y experiencias.
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Biobarrio. Propuesta de mejora zonas verdes Polígono para Impresión.pdf - Google Drive