El pasado 11 de agosto, un incendio de considerables dimensiones azotó la zona de la piscina cubierta y el Paseo Gregorio Marañón, generando alarma entre los vecinos y dejando en evidencia la vulnerabilidad de la zona ante este tipo de siniestros. Tras los sucesos, el equipo de El Polígono realizó una visita al área afectada y pudo constatar la presencia de varias parcelas sin desbrozar, situadas muy cerca del bloque de edificios del Residencial El Greco III. Esta situación ha generado gran preocupación entre los residentes, quienes temen que un posible acto vandálico o un incendio accidental en estas parcelas pueda afectar directamente la fachada, la puerta principal e incluso la zona de la piscina del residencial, poniendo en peligro la seguridad de las familias que allí habitan.
El riesgo de incendios en terrenos no desbrozados es considerable, especialmente en épocas de altas temperaturas como las que estamos viviendo. Las llamas pueden propagarse rápidamente, alcanzando estructuras adyacentes y causando daños materiales significativos. La situación en el Residencial El Greco III es solo un ejemplo de una problemática más amplia que afecta a todo el Polígono. Son varias las parcelas que, al estar en estado de abandono y con abundante vegetación seca, se convierten en un peligro latente para los vecinos cuyas viviendas están en las inmediaciones.
La falta de mantenimiento en estas zonas ha generado inquietud entre los residentes, quienes sienten que sus hogares están expuestos a un riesgo innecesario. Es importante destacar que el peligro no se limita únicamente a la posibilidad de incendios. La acumulación de basura y maleza también puede atraer plagas y generar focos de insalubridad que afectan la calidad de vida de los habitantes del Polígono. Esta situación, lejos de ser un problema aislado, refleja una necesidad urgente de intervención y mantenimiento por parte de las autoridades.
Desde El Polígono, consideramos que es imprescindible implementar un plan de mantenimiento más completo en el barrio.
Esto no solo debe incluir el desbroce regular de las parcelas, sino también la limpieza de calles, aceras y carreteras. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos dependen en gran medida de un entorno limpio y bien cuidado, por lo que es fundamental que se tomen medidas preventivas antes de que ocurra un desastre mayor.