El Puente entre Azucaica y el Polígono se presenta como una infraestructura destinada a mejorar la movilidad en una zona que, actualmente, sufre de importantes problemas de tráfico. La propuesta de este nuevo puente tiene como objetivo principal facilitar el flujo vehicular entre estas dos áreas, aliviando la carga en las rutas existentes y proporcionando una alternativa más rápida y eficiente para los conductores. Sin embargo, a pesar de estas intenciones, el proyecto ha generado una serie de preocupaciones entre los vecinos, quienes han manifestado sus dudas y objeciones a través de su representante, Víctor Fernández Jara.
Una de las principales inquietudes expresadas por los vecinos es la efectividad real del puente para solucionar los atascos en el Polígono. Según Fernández Jara, es posible que, lejos de resolver el problema del tráfico, el nuevo puente simplemente desplace el embotellamiento a otras zonas, específicamente a la calle Río Jarama. Esta área podría convertirse en un nuevo "cuello de botella", trasladando el problema en lugar de mitigarlo. Este argumento resalta la necesidad de un análisis más profundo y una planificación integral que considere todos los posibles impactos en la red vial existente.
Además de las preocupaciones sobre el tráfico, los vecinos han señalado una carencia significativa en el diseño del proyecto: la falta de aceras. La ausencia de espacio seguro para peatones es una limitación importante, especialmente en un contexto donde la movilidad peatonal debe ser incentivada y protegida. Asimismo, se ha solicitado la inclusión de un carril bici y una acera en el plan del puente. Estas adiciones no solo mejorarían la seguridad de los usuarios no motorizados, sino que también fomentarían modos de transporte más sostenibles y saludables, alineándose con las tendencias actuales de urbanismo y movilidad sostenible.
Finalmente, un punto crítico que ha generado desconfianza y preocupación entre los vecinos es la financiación del proyecto. Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha proporcionado una respuesta clara sobre cómo se financiará la construcción del puente, lo que ha dejado a la comunidad con dudas sobre la viabilidad económica del proyecto. La falta de transparencia y de información detallada respecto a los costes y la fuente de los fondos necesarios para llevar a cabo esta infraestructura es una cuestión que requiere atención y resolución por parte de las autoridades municipales para asegurar el apoyo y la confianza de la población afectada.
