El CF Benquerencia y el CD Guadamur se vieron las caras el pasado sábado 19 de octubre en un partido cargado de emoción, intensidad y la presión propia de las circunstancias de cada equipo. El Benquerencia, invicto hasta el momento con dos victorias y un empate, buscaba mantenerse en lo alto de la clasificación, mientras que el CD Guadamur llegaba urgido, sin haber sumado puntos en sus tres primeros encuentros, al borde de una crisis que exigía un cambio inmediato.
Maikel, técnico del Benquerencia, decidió apostar por una alineación llena de jugadores menos habituales. Buscaba darles minutos, rodaje y confianza. Sin embargo, esta decisión terminó por ser un arma de doble filo. Como bien se suele decir, si la pelota entra, la estrategia se aplaude, pero si no, las dudas y críticas surgen inevitablemente. Y el sábado, la fortuna no estuvo del lado del "Benque".
El Guadamur, consciente de lo que se jugaba, salió al campo con determinación y entrega, sabiendo que necesitaban rascar algo para cambiar la dinámica negativa que los ha acompañado desde el inicio de la temporada. Aunque el juego del equipo visitante no brilló por su técnica, lo compensaron con esfuerzo y lucha hasta el último segundo, consiguiendo su ansiado primer punto de la temporada.
El partido fue vibrante por momentos, especialmente en el segundo tiempo, donde el Benque dio un paso adelante con los cambios de Maikel en busca de la victoria. Con el marcador empatado, el "Benque" se volcó en el área rival, especialmente en los últimos minutos, generando un asedio constante sobre la portería del Guadamur. Pero el portero visitante, héroe de la tarde, logró mantener el empate con varias intervenciones decisivas, mientras que los delanteros locales no encontraron el acierto necesario para romper la igualdad.
La jugada clave que podría haber cambiado la crónica llegó en el último suspiro del partido. Un córner botado con precisión encontró la cabeza de uno de los jugadores del Benquerencia, pero el remate, por escasos centímetros, se fue desviado. El estadio contuvo la respiración durante un instante, consciente de lo que ese gol podría haber significado.
Al final, el pitido final dejó un sabor agridulce para el Benquerencia. Si bien se lamentan los dos empates consecutivos, el equipo sigue demostrando solidez y compromiso. El juego desplegado fue vertical, con combinaciones rápidas y momentos de calidad. A pesar del empate, el Benque sigue siendo un firme candidato para el ascenso, pero queda claro que cada partido será una batalla.
Por su parte, el Guadamur celebró el empate como una pequeña victoria. Después de tres derrotas, este punto podría ser el impulso que necesitan para comenzar a salir del pozo.